Noche envolvente

Luces de una ciudad perdida en papel, papel arrullo que he robado de madrugada.

He compartido mis secretos en lo noche y enzeñado mis defectos al viento, porque mientras esa camara tomaba esa foto, eran ellos quienes compartían y brindaban por el Cumpleaños, que bien lo pasamos, nos reímos mucho, demasiado, pero aquella droga nunca fué lo que esperamos que fuera, pasamos horas intentando elevar nuestra a mente a niveles sin imaginar aún, pero terminamos siendo atraídos por lo mismo de siempre.

Como me esforzé esa noche en ser quien quería ser, en querer lo que debía querer, y en llegar a tiempo, aunque, a última hora me arrepentí de haber ido a casa, solo a cambiarme de ropa, porque la noche aún estaba comenzando, y nosotros ya estabamos poniendonos nombres de vegetales; yo, terminé siendo un simple Digüeñe.

Comenzamos planeando Vacaciones, Aniversarios y Viajes futuros, como pensando que seríamos amigos por siempre, todo ello, en una noche envuelta en papel arrullo.

Que bueno que las noches en Valdivia no son todas iguales, ni los lugares que tantas veces visitamos a diario, porque todo es difernte, todo cambia a cada segundo, como aquella noche envuelta en papel arrullo.

Esa noche fué especial, muy especial, porque recordé a alguien, de quien hace mucho tiempo no me acordaba, y me recordó su ente, de una forma que nunca antes había pensado, porque esa noche, aunque nos pasamos horas y horas buscando elevar nuestra mente, la noche y el viento continuaron a mi lado, eternos, celebrando el Cumpleaños.

Más vale que me acompañen en adelante, porque siempre habrá un Cumpleaños nuevo que celebrar, pero no sé si tendremos otra noche como aquella, que se una noche, envuelta en papel arrullo.