jueves, 28 de junio de 2012

A partir de hoy

Hoy sonreí sinceramente, hoy me sorprendí porque mis labios reflejan mi alma, esa alma que alguna vez se encontraba desmoronando, hoy se encuentra completa, sana, erguida, paciente, feliz.
Hoy por primera vez observé la ignorancia ser alejada, hoy se sorprendí a mismo, pues he finalizado con un proceso, con otro, y con otro; hoy acabo una parte de mi vida, hoy las heridas han muerto, hoy me he sanado,  hoy mis labios sonríen sinceros al tiempo, porque el tiempo me esperó a destiempo.
Cierro mis ojos y puedo sentir el susurro del fin, de ese fin que el tiempo esperó por mi, hoy me siento bien, hoy corro desde lo profundo, hoy observo y analizo, hoy termino lo que jamás comenzó, pero que siempre divagó.
Hoy es tiempo de comenzar de nuevo, y de sanar los que quedan en el camino, hoy es tiempo de comenzar a ayudar.

domingo, 3 de junio de 2012

Permanentemente en el cielo


Una gota recorre lentamente el límite que me separa de la luna, que efervecentemente brilla y absorbe sin cuantificación la energía restante.
Por sobre el brillo todo se congela, el frío que rodea la calidez permanente desaparece, ahora sólo quedamos la luna y yo, aunque aún nos separa un límite, aun veo el agua difuminar lentamente mi visión, a simple vista brillas, pero con el paso del tiempo, te alejas.
Mi piel se eriza al contacto del viento, mis ojos se cierran por un momento, y vuelvo a sentir una briza que me envuelve, que me enfría, que me entumece.
Las hojas cándidas que esperan calor en el suelo permanecen impávidas, quietas y expectantes, mientras que la tierra absorbe lo que hay, lo que logra asimilar.
La luna permanece suspendida en el cielo, alumbra mis sueños y mis palabras y me pregunto por una sombra que rodea el lago, que ilumina el agua.
Y el cielo comienza a esparcir pedazos nuevamente, es hora de cerrar los ojos y comenzar a entender.


sábado, 2 de junio de 2012

Sin dirección

Observo desde una agujero esparcido una luz que alumbra un camino, que dirige su dirección propia, que se interpone con mis pasos.
La contrariedad natural ejercida por los entes, distingue los caminos que cada uno decide tomar, mi cuerpo decide dirigirse a esa luz que detiene el pensamiento, le sigo, le observo, pero se desvanece hasta desaparecer por completo y el todo.
Siento los pasos, se dirigen a mi lado pero jamás hacia mi, siento la necesidad seguir intentado alcanzar lo que no puedo, pero en un instante ya no está, y quiero lo que no tengo por que no lo puedo obtener, pero mi camino es más grande que la virtud.
Cierro mis ojos en la oscuridad, y diferencio una presencia en ella, respira junto a mi, pero sin estar junto a mi, consigo establecer una conexión incomunicada, consigo entender su presencia y su dirección, consigo una palabra sin sentido que me deja solo y confundido.
No entiendo donde se encuentra, se desvaneció sin previo aviso, le busco y le busco sin resultado aparente e inexorable, le pierdo pero continúo caminando sin dirección.

Sentado

Sentado aquí y pienso mirando el mar, las emociones se encuentran, las que vienen y las que van. A medida que el alma avanza te encuentras con versículos que imponen su fuerza, escucho voces ajenas, siento curiosidad inhibida, estallo en ironía crónica pues he visto lo que mi mente intenta esconder, ansío lo que no existe, mi corazón late a mil por hora, mi cuerpo inquieto comienza a estirarse por la ventana, el mar toma mis respiros y violenta su capacidad, mi mente trabaja a mil por hora.
Mis deseos se vuelven espuma, la niebla espesa cubre el horizonte, la vista casi imperceptible se cierra al punto de volverse ciega, y me quedo sentado esperando al mar, esperando que toque la ventana de la libertad.
Estoy en un punto sin retorno, he presionado los botones que no debí, ahora me siento con ansias de querer, me siento con necesidad de necesitar, con deseos de desear, con más tiempo en mis manos para barajar, entonces recurro al pasado.
Los momentos se tornan borrosos, he dejado caer la máscara, mis ojos observan con detención el objetivo final,  la noche se torna aún más fría, y mis deseos aún más tenebrosos.
Hay formas de comunicación poco ortodoxas, hay maneras poco sutiles, hay gente sin emoción, y existo yo sin cambios, con distinción, existo yo de nuevo y una vez más.
Mis palabras existen en el silencio, pues son mencionadas cientos de veces sin audiencia a quien mencionar, mis manos existen y tiemblan, mi cuerpo se estira cada vez más en dirección a la ventana esperando al mar. Una ola acaba con el día, mi cuerpo deja la silla por completo; es tiempo de comenzar a concluir mis sueños.

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