Ese momento, ese preciso momento en que tu alma deja de respirar, en que tus venas dejan de vivir, en que tu mente comienza a descubrir, y te preguntas, que hacer cuando tu alma ya esta muerta?
Vivimos neutrales la mayor parte del tiempo, llendo en sentido contrario, viajando a través de ondas, viviendo del momento y alimentándonos de ilusiones, contemplando a nuestro corazón ser devorado por el mundo; pero que más puedes hacer cuando tu destino ya está escrito?
Viví pensando que existías, pensando que llegarías, pero el alma se cansó de llorar, se mojaron las alas y ya no pudo volar, se fundió, se marchitó, y ya se murió.
Un angelito va volando al cielo, pero su cuerpo se queda viviendo el silencio y la apatía en la tierra.
Quedar atónito ante tanta maravilla contemplada, reemplazar las partes por la naturaleza, vivir en ella, ser parte de ella, fundirse en ella, no queda más que vivir mientras estás, porque mi alma ya se fué, y a mi cuerpo solo le queda esperar el final, mis alitas ya no están, y ya no quedan más razones en el corazon; porque se rompió una y otra vez, se hizo trizas, y nadie lo ha querido recoger, nadie lo quiere enmendar.
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