sábado, 2 de junio de 2012

Sentado

Sentado aquí y pienso mirando el mar, las emociones se encuentran, las que vienen y las que van. A medida que el alma avanza te encuentras con versículos que imponen su fuerza, escucho voces ajenas, siento curiosidad inhibida, estallo en ironía crónica pues he visto lo que mi mente intenta esconder, ansío lo que no existe, mi corazón late a mil por hora, mi cuerpo inquieto comienza a estirarse por la ventana, el mar toma mis respiros y violenta su capacidad, mi mente trabaja a mil por hora.
Mis deseos se vuelven espuma, la niebla espesa cubre el horizonte, la vista casi imperceptible se cierra al punto de volverse ciega, y me quedo sentado esperando al mar, esperando que toque la ventana de la libertad.
Estoy en un punto sin retorno, he presionado los botones que no debí, ahora me siento con ansias de querer, me siento con necesidad de necesitar, con deseos de desear, con más tiempo en mis manos para barajar, entonces recurro al pasado.
Los momentos se tornan borrosos, he dejado caer la máscara, mis ojos observan con detención el objetivo final,  la noche se torna aún más fría, y mis deseos aún más tenebrosos.
Hay formas de comunicación poco ortodoxas, hay maneras poco sutiles, hay gente sin emoción, y existo yo sin cambios, con distinción, existo yo de nuevo y una vez más.
Mis palabras existen en el silencio, pues son mencionadas cientos de veces sin audiencia a quien mencionar, mis manos existen y tiemblan, mi cuerpo se estira cada vez más en dirección a la ventana esperando al mar. Una ola acaba con el día, mi cuerpo deja la silla por completo; es tiempo de comenzar a concluir mis sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Entradas populares