domingo, 14 de octubre de 2012

Día muy pronto


Como un día comienza y el siguiente ya se prepara, nuestros mensajes al viento se escuchan  y se entienden, se dejan estar y luego comienzan a volar, nuestros deseos finalmente llegan al sol, y desde ahí escapan las ideas.
Rayos de sol que iluminan los deseos, que de a poco parecen tener un final de alguna forma feliz, pero no soy perfecto, ni el día en Valdivia, no siempre permanecemos, no siempre nos extendemos, porque todo cambia, todo varía, todo es todo y es nada.
Comenzamos a vivir una historia, un cuento, una historieta la verdad, un comic que trajimos a la vida, uno en el que tu eras tu, y yo, yo era alguien más, pretendiendo ser quien no fui. De pronto el día parecía terminar de forma abrupta, frente a un árbol una noche aleja al día, y el viento prontamente enfría una banca frente al río, las palabras parecen sobrar y las miradas parecen no existir, el viento ha hablado, todo ha acabado.
El agua sulfura la nada, que es lo que sentí por mucho tiempo, y el todo que es nada que no existió, que jamás renunció.
El día termina muy pronto, la noche comienza y mi cuerpo le sigue, he permanecido junto a ella por mucho tiempo, y los rayos del solo desconocen mi forma, mi lenguaje, mis gestos y la nada. El día lo es todo, pero permaneceré por mucho tiempo escondido en la oscuridad, huyendo. 

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