Al acercarnos al vacío sentimos nuestras mentes caer en la más absoluta verdad, estamos solos, pero no por mucho. De verdad pensaste que este sentimiento duraría por siempre? Que esta infatuación duraría toda la vida?
Aquellos respiros anhelados han dejado mi mente y el borde se despide de mi, pues he cruzado esa barrera y una vez más estoy feliz, pero solo.
No dejaré que aquellos recuerdos rueden en vano, pues no soy una víctima, pues no soy nadie.
Mis ojos despejan y disipan la neblina que se forma en esta ciudad, aquella cuidad que dejaste con tanto anhelo, aquella a las que regresas esperando revivir los momento que te hicieron feliz, pero no todos quieren revivir el pasado.
El mundo interior que vivo ahora es más frío, sin importar nada más que el bien propio.
Aprendí con el tiempo que el corazón tiene un botón de apagado, en el que solo palpita para mantenerme vivo; así es, lo aprendí con el tiempo, y ya no sufro, ahora soy un vagabundo de la vida que tiene metas aún más grandes de las que tuve ayer.
Todo aquello está muerto y enterrado bajo 4 metros de cenizas, pues lo que no lo enterré, lo quemé.
Mis manos heladas escriben un texto lleno de ironías, lleno de nada, con un corazón vacío como lo estará mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario