viernes, 4 de mayo de 2012

Sobre

Las luces del mundo hoy parecían brillantes, durante horas parecieron escabullirse miles de oportunidades a través de un sobre que llegó a mis manos y que contenía solo felicidad.
Llega la noche y la felicidad no desvanece, no desvaría, no cambia ni intercambia, solo se regenera de nuevo, pero se transforma, se mimetiza, se caracteriza de tranquilidad, de paz, de calma. Miro al horizonte desde mi ventana y una montaña oculta la belleza de las praderas, esa belleza de la que el sobre me trajo, belleza real y natural, entonces entiendo, mis palabras pueden transformar mi mente, si no hay tristeza en mis palabras no habrá en mi corazón, y la alegría de ellas se une y alimenta la alegría de mi alma.
Esta noche podré dormir tranquilo esperando a las ovejas que cada noche vienen a acompañarme en la soledad nocturna.

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