lunes, 8 de julio de 2013

Teresa

Me encontraba finalizando el día cuando diviso a lo lejos una luz brillante, era Steff que se dirigía a la universidad a ver como su mente era premiada por su conocimiento, así es que decidí unirme al festejo.
Dos almas solitarias en una pieza con sillones y una ventana que nos dejaba ver parte de un edificio en ruinas, maravillosa vista y compañía. Platicamos de lo divino y lo terrenal, prometimos viajes y encuentros, unas palabras y unas cervezas, todo era amor.
Nos detuvimos a pensar en nosotros por un segundo, cuando ella y yo estamos juntos somos brillantes, no hay nadie que brille más que nosotros dos; descubrimos el conocimiento a través de las rendijas del aprendizaje, el conocimiento universal jamás será un enigma para nosotros, de lo divino y lo terrenal ya conocemos bastante, para nosotros nuestras almas en pena y puja son un enigma.
Gotas de cambio caen lentamente por fuera, los vasos y los cigarros se acaban pronto, y las miradas ajenas de deseo aumentan, me siento observado desde otro salón, pero hoy es día de conocimiento, no puedo pararme a alimentar mi ímpetu por ahora, esas son historias reservadas para días de soledad, con Steff jamás he experimentado eso, su sola presencia produce en mi un efecto ensordecedor de paz.
Mis inquietudes con ellas son naturales, y pueden detenerse en medio del salón a pavonear su tamaño (pues mis dudas son tremendas y muchas), Steff lentamente reúne los argumentos para contrarrestarlas  las toma desde la ventana y las deja caer al pavimento, ellas mueren lentamente y mi ego lentamente retoma el rumbo, cuanto alivio. El amor para nosotros se ha vuelto crónico, siempre estamos en busca de alguien quien pueda amarnos aunque sea por un segundo: el sólo oír basta con entender cuanto amor nos falta por el conocimiento y la virtud de existir.
Nuestros entes son similares e ineludibles, cada uno tiene un color propio que brilla con ímpetu crónico y resiliente, dos almas enteras dispuestas a luchar contra el mundo y las estándares propuestos, lo hemos hecho muchas veces antes y lo haremos por la eternidad, no hay nadie que pueda entendernos y contrarrestar nuestras armas.
Al final de la noche un abrazo cierra una celebración, yo y ella hemos vaciado nuestra información y debe ser procesada prontamente, pues siempre habrá una nueva celebración que inventar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Entradas populares